¿Cuál es el origen del Shemá Israel? Algunos bien podrán recordar y decir que esta afirmación de nuestra fe se remonta a Moshé en el libro de Devarim y no estarán (del todo) equivocados. Así se lo enseña en su discurso de despedida Moshé al pueblo de Israel diciéndole: “Escucha, oh Israel: Adonai es nuestro Dios, Adonai uno es.” (Deut. 6:4). Y por milenios esta alocución se transformó en el dogma de fe más importante del judaísmo. Dos veces por día, al acostarnos y al levantarnos, la recitamos. Son estás palabras las primeras que les enseñamos a nuestros hijos cuando comienzan a hablar. Son estas palabras las últimas que recitamos antes de morir. No importa cuan alejados estamos de nuestra tradición estás palabras siempre de alguna forma u otra nos hacen volver.
El origen del Shemá Israel, sin embargo, según nuestros Maestros no se remonta a Moshé sino que lo antecede por más de 300 años. Son los hijos de Yaakov, las futuras doce tribus de Israel, quienes según el Midrash (Ber. Rabá 98:3) pronuncian por primera vez el Shemá. Yaakov tenía dudas si sus hijos seguirían su camino, si seguirían creyendo en Su D-s y siendo parte de aquel pueblo que recién se estaba gestando. Yaakov no sabía si sus hijos tendrían peleas con el Santo Bendito Sea. Y entonces sus hijos le reafirmaron a su padre que ellos seguirían por su camino siendo fieles a Su D-s diciéndole “Shemá Israel Avinu, escucha nuestro padre Israel (otro nombre para Yaakov), tal como tu no tienes peleas con D-s, le dijeron, nosotros tampoco las tendremos, para nosotros también Adonai es nuestro D-s y Adonai es uno”. Y su padre entonces respondió tranquilo sabiendo que sus hijos continuarían su pacto diciendo: “Baruj Shem Kevod Maljutó LeOlam Vaed”.
¿Pero acaso el propio Yaakov no tuvo Majlokot (peleas-debates) con D-s? ¿Acaso su propio nombre Israel no significa “aquel que pelea contra D-s”? ¿Acaso no lo enfrentó en la víspera de su encuentro con Esav? ¿Acaso nunca dudo y tuvo miedo? ¡Por supuesto que sí! ¿Entonces que significan las palabras de sus hijos? Que ellos mantendrían su fe en D-s y seguirían su camino aún a pesar de todo, aún cuando tengan dudas, aún cuando no Lo entiendan, aún cuando discutan con Él, él seguirá siendo para ellos “Adonai Elohienu Adonai Ejad”.
En este sentido el Shemá Israel entonces no es solo una declaración de fe sino una respuesta a nuestros padres y abuelos, a cada uno de nuestros antepasados, que aun cuidamos sus mandamientos y aún continuamos firmes en el camino que ellos comenzaron. Y a pesar de que teniendo nuestros Majlokot (debates) con D-s y con la tradición que heredamos de nuestros padres, como ellos también las tuvieron, aún así continuamos cada día recitando el Shemá Israel porque aún nos seguimos sintiendo orgullosamente parte de ser parte de esta historia.
Al recitar el Shemá Israel no solo nos conectamos con D-s al reafirmar nuestra cercanía a Hashem y Su unicidad sino que también nos conectamos con cada generación pasada afirmando cada día que aún estamos aquí caminando sus mismas sendas, siguiendo sus huellas y creando las propias.
Shabbat Shalom,
Rabbi Uri