All in. En una partida de póker no hay momento más emocionante cuando uno de los jugadores se juega lo que tiene en una mano. Y Sucot, de alguna manera, es la festividad del “All in” en el judaísmo.
Tres son las Mitzvot de esta festividad: comer en la Sucá, sacudir los Arvaat HaMinim y estar alegres. Y para cumplir cada una de ellas debemos ir “All in”.
La Mishná (Suká 2:7) nos enseña que uno debe tener su cabeza, la mayoría de su cuerpo y la mesa al interior de la Sucá para cumplir la Mitzvá de “Leishev BaSucá”. Se requiere que todo nuestro cuerpo este inmerso dentro de la Sucá para habitarla según nos ordena la Torá.
El salmista nos dice “Kol Atzomtai Tomarna – Todos mis huesos dirán” (Sal. 35:10); lo cual es interpretado por el Midrash (Vaikrá Rabá 30:14) como haciendo referencia a los Arvat HaMinim. Según Rabi Mani cada una de las cuatro especies representa otra parte del cuerpo. El Etrog es el corazón, el Lulav la columna vertebral, la Aravá la boca y el Adas los ojos. En este sentido al agitar el lulav “Todo nuestro cuerpo alaba a D-s”.
¿Y con la Mitzvá de la Simjá? De la misma forma que todo nuestro cuerpo debe estar dentro de la Sucá para cumplir la Mitzva. De la misma forma que todo nuestro cuerpo debe moverse al agitar los Arvat Haminim. De la misma forma que para poder estar felices debemos también nosotros hacer “All in”. Muchas veces no llegamos a disfrutar de lo que la vida nos propone porque no estamos totalmente comprometidos con el momento. Nuestro cuerpo está en un lugar y nuestra cabeza en otra. Estamos hablando con alguien pero pensando en otra cosa. Estamos experimentando algo pero nuestra mente esta pensando en el futuro. Para poder cumplir la Mitzvá de la Simjá en Sucot, y para intentar estar felices, cada día de nuestras vidas también deberíamos seguir este consejo: estar totalmente comprometidos en cuerpo y en mente en lo que nos toca vivir. Para disfrturar a pleno hay que ir “all in”.
Shabbat Shalom veMoadim LeSimjá,
Rab. Uri