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Parashat Ajarei Mot – Kedoshim: Hablar en Futuro

By abril 23, 2021No Comments

LeRefua Shlemá de Baruj Ben Rivká

“Kedoshim Tihu – Santos Serán” (Lev. 19:1). Así comienza uno de los pasajes centrales de la Torá que leemos en nuestra Parashá. D-s lo invita al pueblo de Israel a ser santos “como Él es santo”, siguiendo una gran cantidad de mandamientos éticos como no guardar rencor, no mentir, no ser indiferente, no chusmear, ayudar al pobre, no maldecir al sordo y el gran mandamiento de “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. D-s no dice que el pueblo de Israel es sagrado sino que debe aspirar a la santidad. 

 

Y sin embargo, se han levantado líderes populistas y demagogos a lo largo de la historia judía, que han afirmado que el pueblo de Israel es intrínsecamente sagrado. El primero fue Koraj quien le dijo a Moshé “todos somos santos” intentando hacerse con el poder. Y ahí está su error, producto de su ego y como herramienta demagógica, cambiar el futuro potencial, por el presente, la promesa por una realidad. La Torá en ningún lugar afirma que el pueblo de Israel es de por sí “santo” sino que es un pueblo que debe buscar aquella santidad. La santidad no es inmanente ni innata sino que es un desafío que debemos construir. 

 

Koraj fue el primero pero no el último. A lo largo de los siglos se han levantado sabios dentro de nuestro pueblo que declamaron que como judíos somos superiores a otras naciones y religiones. Que tenemos un alma especial (y superior). Que nuestra ética y moral está por encima de cualquier otra doctrina de otros pueblos. Nada más alejado del espíritu de nuestra Torá. 

 

Todos los seres humanos somos igualmente potencialmente sagrados. Hay una chispa de divinidad en cada uno de nosotros. Judíos y no judíos por igual. Como judíos tenemos el mandato milenario de aspirar a través de nuestras mitzvot y el estudio de la Torá en una nación de sacerdotes, en un pueblo sagrado. Podemos ser un pueblo sagrado. Podemos ser una luz para las naciones. Podemos ser no somos. Depende de nosotros. No nacemos siendo santos sino que podemos llegar a serlo. 

 

Es una promesa de santidad, no una realidad. Un destino a alcanzar, no una naturaleza dada. De eso se trata. De hablar en futuro (Kedoshim Tihu) para cada día aspirar a ser mejores y nunca hablar en presente (Kulanu Kedoshim) creyendo que ya hemos alcanzado todo nuestro potencial. 

Shabat Shalom,

Rab. Uri

11 de Yiar 5781

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