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(Artículo original para Ynet Español 25.11.2019: https://www.ynetespanol.com/actualidad/judaismo/article/HkuVjDK2r)

Este próximo miércoles por la noche estaremos comenzando el mes de Kislev. Kislev (noviembre-diciembre), según la cronología bíblica, sería el noveno mes del calendario comenzando en Nisan (actualmente es el tercer mes si comenzamos la cuenta en Tishrei).

Su nombre, como el de todos los meses del calendario hebreo, proviene del acadio: “kislimu” (hinchado o engrosado por las intensas lluvias que comienzan a caer en la tierra de Israel a finales del mes de Marjeshvan y durante el mes de Kislev). Tan es así que si para Rosh Jodesh Kislev aún no caían lluvias en la tierra de Israel las plegarias públicas y los ayunos se intensificaban (m. Taanit 1:5) Existe también una etimología más popular y rabínica que conecta el término Kislev con la término Kesel que significa “esperanza”. Algunos incluso la conectan con Ksil, término bíblico (ej: Job 9:9) para hacer referencia a la constelación de orion que es especialmente visible en la época invernal en el hemisferio norte (solo para sumar un dato de color: ksil es orion pero también tonto en hebreo). Kislimu, Kesel, Ksil. Algo de todo esto es el mes de Kislev. Intentemos darle un poco más de sentido a todas estas palabras.

En el Tanaj (Biblia hebrea) en los libros pre-exilicos este mes es simplemente llamado “el noveno mes” (Jer. 36:9). Luego del exilio de Babilonia donde los judíos adoptan los nombres de los meses del acadio este mes comienza a ser llamado Kislev. Por ejemplo en el libro de Zejaría (7:1) Dios comienza a hablarle a este profeta al cuarto día del mes de Kislev, le habla sobre la futura redención de Jerusalén y reconstrucción del Templo. En el libro de Ezra (10:9) durante el mes de Kislev, bajo intensas lluvias, Ezra lidera el divorcio masivo de los israelitas de las mujeres gentiles que habían tomado en Babilonia.

Kislev, sin embargo, comienza a tener un rol más prótagonico en el año judío, y es especialmente conocido, por ser el mes de la festividad de Janucá. La festividad de las luces y de la victoria de los macabeos contra los griegos (167 a 164 a.e.c). Según el libro I Macabeos dos grandes provocaciones de desatan la rebellion macabea contra los helenos. Ambas suceden en Kislev. Durante el año 167 a.e.c, el 15 del mes de Kislev Antiocos Epifanes IV ordenó la colocación de “una abominación” sobre el altar del Templo (I Macabeos 1:54) y el 25 de aquel mes ofrecieron un sacrificio pagano en el altar (Ibíd, 59). Es por esta razón que tres años después, el día 25 del mes de Kislev del 164 a.e.c, cuando los macabeos derrotaron y expulsaron a los helenos de Judea que eligeron este día para la re-innaguración (lit. Janucá). El mismo día que fue profanado fue purificado.

Más allá de Janucá, la principal “atracción” del mes de Kislev, encontramos un pasaje muy interesante en el Sefer HaYetzirá: “Produjó la letra Samaj, predominante en sueño, coronó, combinó y formó sagitario en el mundo, y Kislev en el año, y el estomago en el hombre”(cáp. 5). Sefer HaYetzirá es una de las obras más antiguas de esoterismo judío (siglo II-II e.c.?) y enseña, como luego el Arizal profundizará, que cada uno de los meses del año tiene una esencia y corresponde a uno de los signos del zodiaco (entre otras cosas). Presten atención que interesante ya que los rabinos conectan a el mes de Kislev con la constelación de Orión cuya figura es un cazador mientras que la constelación de Sagitario es un arquero que según la astrología protégé a Orion.

Será quizás por esa razón, o quizás por otro motivo, que los rabinos identifican también al mes de Kislev con la tribu de Biniamim (Benjamin). Según diversas fuentes rabínicas cada uno de los meses del calendario hebreo no solo corresponde con un signo del zodiaco sino también con una de las doce tribus de Israel. Y a Kislev le corresponde la tribu más pequeña de todas, la de Benjamin. ¿Y por qué? Porque Benjamin es representado como un habíl arquero (¡recuerden las formas de las constelaciones de Sagitario y Orion ambas conteniendo un arco!). Más allá de la relación astrólogica la identificación de Benjamin con Kislev bien puede estar relacionada con los macabeos siendo estos también, como la tribu de Benjamin, conocidos por ser grandes y habiles guerreros y ¡arqueros! (II Cronicas 14:7). Por otro lado Janucá es la festividad más conectada con Jerusalén y con el Templo en particular y la misma estaba ubicada en el territorio asignado a la tribu de Benjamin.

Estamos prontos a comenzar el mes de Kislev. Mes de lluvias, mes de arcos y flechas, mes de los macabeos, mes de sagitario, mes de la constelación de orión, mes de la luz y de la esperanza. ¡Que pueda este nuevo mes llenarnos a todos de luz y esperanza!

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