Kol Nidrei es sin duda una de las plegarías más conmovedoras e impactantes de la liturgia judía. Su música, su entonación gradual ascendente, el día en el cual es entonado, la sinagoga repleta, los Sifrei Torá fuera del Arca siendo sostenidos por feligreses frente a la comunidad. Todo el stageestá dado para que sea la plegaria más impactante de todas. Y sin embargo ¿prestamos atención al texto? ¿Prestaron atención a estas palabras que hicieron llorar y quebrar los corazones de nuestro pueblo por más de 1000 años? No existe, creo yo, una melodía que este más desencajada de un texto que el de Kol Nidrei.
Repasemos el texto: “Todos los votos, prohibiciones, juramentos, anatemas, restricciones, interdicciones, o equivalentes, que nos hemos impuesto sobre nosotros mismos. Desde este Iom Kippur hasta el próximo Iom Kippur, que llegue a nosotros para bien, de todos ellos nos arrepentimos. Queden todos ellos absueltos, anulados, disueltos, sin efecto y anulados. Que nuestras promesas no sean consideradas como promesas, que nuestras prohibiciones autoimpuestas no sean consideradas prohibiciones y que nuestros juramentos no sean considerados como juramentos.”
Lo cantamos en arameo, aunque su versión original era en hebreo. Palabras complejas, términos poco cotidianos y sin embargo cuando leemos una traducción nos percatamos que la pieza litúrgica quizás más paradigmática del judaísmo no es siquiera una plegaria. Es simplemente una fórmula legal para la anulación de las promesas. Lo que decimos básicamente es que todas (¿todas?) nuestras promesas que hagamos desde este Iom Kippur hasta el próximo quedan sin efecto. No solo que no es una plegaria sino una fórmula legal que bien podría ser parte del manual de algún juez sino que también su razón de ser es muy problemática. Comenzamos Iom Kippur diciendo de entrada que nuestras promesas no tienen fuerza legal, le estamos diciendo “al mundo” que nuestra palabra no vale, que no nos tomen en serio, que nuestras promesas “no deben ser consideradas promesas”.
Hay algo que no cierra, pero como suele suceder, y el Kol Nidrei es un ejemplo extraordinario, cuando solemos indagar un poco más a fondo, cuando no nos quedamos con la primera imagen surgen significados mucho más profundos y maravillosos. Los invito esta noche de Kol Nidrei a descubrir el origen y el significado de estas palabras que hace apenas unos instantes movilizaron los corazones de muchos para que Dios mediante, en el próximo Iom Kippur, conociendo su historia y significado no solo vibremos por la melodía sino también por las palabras.
Para entender el Kol Nidrei tenemos que retornar a la Torá y a una costumbre muy prevalente de aquellos días, de hace 3000 años, y de los hombres y mujeres de fe de la antigüedad: “hacer promesas”. Así dice la Torá al respecto: “Cuando alguno hiciere voto a Adonai, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca” (Núm. 30:3)[1]. Era muy común que la gente en la antigüedad haga muchos más votos y promesas a Dios que en nuestros días. Estas promesas tenían que ver más con el estilo de “Dios, si Tu haces esto por mi entonces yo haré esto y esto”.Por ejemplo: “Dios si curas a tal ser querido yo prometo nunca más comer carne”. O similares.
Y aquí el primer detalle para entender más el Kol Nidrei, a pesar de que los antisemitas, como veremos, lo han usado a lo largo de la historia para mofarse del pueblo judío y para acusarlo de que es un pueblo que no mantiene su palabra y que no es digno de confianza la inmensa mayoría de los Rabinos ha comprendido que Kol Nidrei, todos los votos, no anula todas las promesas que hicimos sino únicamente las promesas que le hicimos a Dios. Como dijo tiempo atrás el Gran rabino de Londres: “No todos los votos o juramentos podrían ser absueltos. Un voto o juramento que se hizo a otra persona, incluso si es un niño o un pagano, no puede ser anulado, excepto en presencia de esa persona y con su consentimiento; mientras que un juramento que un hombre había hecho en un tribunal de justicia no podía ser absuelto por ninguna otra autoridad en el mundo.”El Kol Nidrei entonces solo anula las promesas religiosas/culticas que uno se autoimpuso.
Para todos los hombres y mujeres de fe sincera una promesa a Dios, por más que haya sido hecha en oculto y sin que nadie más lo sepa, es una promesa que no debe romperse bajo ningún motivo. Es una promesa sagrada. Sin embargo, muchas veces somos presos del momento, del dolor, del ímpetu y hacemos promesas o decimos cosas de las cuales luego nos arrepentimos de corazón. Promesas que nos es imposible cumplir o cuyo cumplimento nos traerá mucho dolor. Y nuestros Rabinos conscientes de ayudar a aquellas personas que se sentían genuinamente angustiados por haber hecho una promesa precipitadamente o sin pensar demasiado y que ahora el hecho de no poder cumplirlas les causaba una gran culpa crearon un método para anular las promesas. El mismo es llamado “Hatarat Nedarim”y debe hacerse o bien frente a un experto en casuística judía para que ayude a encontrar la forma de anular la promesa o bien frente a un tribunal de tres personas, cualquiera sea ellos, con una formula tradicional. De esta forma las promesas quedan anuladas y el fiel puede volver a respirar en paz, sin el peso de aquellas palabras y votos que se había impuesto.
Todavía no llegamos al Kol Nidrei. Pero estamos cerca… aunque no tanto. El Talmud (Nedarim 23b) sugiere lo siguiente: “el que desee que ninguno de sus votos hechos durante el año sea válido, debe pararse al comienzo del año y declarar: «Todo voto que pueda hacer en el futuro será nulo”.Al parecer ya en los tiempos talmúdicos (s. III-VI e.c.) existía la noción de anular los votos en esta época del año. Y sin embargo esto se hacía en Rosh Hashaná. Y para que sepan esto sigue siendo la costumbre de muchos judíos observantes que en la víspera de Rosh Hashaná realizamos la ceremonia de Hatarat Nedarim. Sin embargo, esta ceremonia no es tan conocida, ni tiene tanta mística, ni es parte del servicio religioso como sí es Kol Nidrei.
Y entonces ¿Cuándo surge el Kol Nidrei? La respuesta: no sabemos. No con exactitud por lo menos. Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que fue redactado, primero en hebreo y luego en arameo, en la época de los Gueonim (589-1058), los sabios que estaban al frente de las grandes academias rabínicas de Babilonia. En diversos libros de oraciones de aquella época vemos la inclusión del Kol Nidrei, casi como lo conocemos hoy en día, pero con ciertas variantes. Aunque lo más interesante es que si bien los Gueonim crean esta fórmula de “Kol Nidrei” para que el pueblo pueda anular las promesas de las cuales se arrepienten, muchos Gueonim (por lo menos cinco) se oponían a su recitado. Yehudai Gaon (m. 760 e.c.) prohíbe directamente estudiar el tratado de Nedarim (promesas) para impedir que la gente se tome a la ligera sus votos y juramentos y que encuentre formas de liberarse de los mismos. Rab Natronai Gaon (Sura, IX) si bien menciona que existe esta formula dice que no es utilizada por las grandes academias rabínicas de Sura y de Pumbedita[2]. Y su sucesor, el gran Rab Amram Gaon, en cuyo Sidur[3]encontramos una de las ediciones más tempranas al Kol Nidrei, escribe al respecto: “Esta es una costumbre tonta (Minag Shtut) y su práctica esta prohibida”.
Noten la dualidad. Los grandes Gueonim la mencionan, incluso la registran en sus libros de oraciones, pero luego la atacan y recomiendan no utilizar dicha formula.¿Por qué? Al parecer era un pedido del pueblo, de la gente sencilla, del religioso que sentía un gran temor reverencial a Dios y no quería incumplir sus promesas pero que necesitaba una formula “legal” para liberarse de esa opresión que lo hacía sufrir y atormentarse. Y sin embargo los sabios, los líderes, no consideraban que era una buena práctica porque la misma podía ser utilizada para mal, haciendo que la palabra pierda su peso e importancia.
Y sin embargo, aún ante la oposición de la elite rabínica, esta formula legal conocida como “Kol Nidrei” comenzó a encontrar su lugar en la liturgia judía en el día más sagrado del año hacia fines del primer milenio. Al popularizarse su práctica en cada Iom Kippur también comenzaron a abundar las críticas, internas y externas. Los caraítas, judíos que no sostenían la validez del Talmud como interpretación de la Torá escrita, atacaban a sus colegas rabínicos utilizando el Kol Nidrei como un ejemplo de que todos los rabinos eran mentirosos y que no se podía tomar seriamente sus palabras.
El caso más paradigmático, sin embargo, de un ataque externo al Kol Nidrei llegará en 1240, en la tristemente celebre disputa de París, cuando Rab Yejiel de Paris tuvo que salir a defender la validez del Talmud frente a las autoridades de la Iglesia que sostenían que era un libro lleno de blasfemias y falto de moral. Una de las grandes críticas de Nicolas Donin, un judío converso al cristianismo que atacaba el Talmud, era la formula del Kol Nidrei. Rab Yejiel tuvo que salir a defender la legitimidad de esta fórmula diciendo: “Solo anulamos los votos no intencionales, para que una persona no transgreda con sus votos o juramentos … y solo aquellos [votos] que se relacionan exclusivamente con él y no con los demás. Sin embargo, los votos que involucran a otras personas no pueden ser anulados.”Es decir que solamente quedan anulados en el Kol Nidrei los votos que hicimos “sin intención” o erróneamente. Y solo aquellas cosas que nos impusimos a nosotros mismos y no al prójimo. Lamentablemente el “juicio” fue perdido y miles de manuscritos del Talmud fueron quemados frente a Notre Damme.
El Talmud fue quemado pero el Kol Nidrei siguió ganando fuerza aún frente a la oposición de la elite rabínica y las criticas de los antisemitas cristianos.Será, sin embargo, en los turbulentos tiempos de la inquisición española, donde esta antigua formula legal ganará para siempre (o casi como veremos) un lugar indisputado en la liturgia judía al comienzo de Iom Kippur. Según narra la leyenda, miles de marranos, judíos convertidos a la fuerza al cristianismo pero que mantenían en oculto sus prácticas judías, se atiborraban en la sinagoga llenos de temor reverencial a Dios en el día de Iom Kippur, al comienzo del día más sagrado del año donde buscamos el perdón de Dios, y recitaban el Kol Nidrei con una voz quebrada afirmando que todas sus promesas (aquellas que hicieron frente a la Iglesia por obligación escapándose de la muerte) no debían ser consideradas promesas, que no eran sinceras, que únicamente lo hicieron para salvar sus vidas. Lo hacían al comienzo de Iom Kippur para luego poder, más aliviados en su espíritu, poder pedir perdón por otras transgresiones menores que pudieron haber cometido en aquel año.[4]
Quizás Kol Nidrei surgió como una mera formula legal para anular promesas, pero luego fue utilizada por los anusim/marranos como casi una plegaria para poder afirmarle a Dios que se convirtieron al cristianismo no con fe sincera, sino solo para salvar sus vidas.A través del Kol Nidre, nuestros antepasados llenos seguramente de vergüenza, temor y angustia le pedían a Dios que entienda sus razones. Que comprenda que no lo abandonaron a Él por voluntad sino tan solo para sobrevivir. Y así es como desde el siglo XVI, con la publicación del Kol Nidrei, en el Majzor de Yosef Caro, el autor del Shuljan Aruj, el libro más difundido de Ley Judía hasta nuestros días es que hoy todas las comunidades judías del mundo entonan el Kol Nidrei al comenzar el día más sagrado del año.
Kol Nidrei es en nuestros días la “plegaria” más movilizante del año pero como vimos fue también la plegaria más resistida de todas. Resistida por los propios Rabinos, vapuleada por los caraítas y utilizada como excusa por el antisemitismo cristiano para insultar a los judíos, humillarlos y quemar el Talmud. Y será nuevamente en el siglo XIX, cuando al parecer ya el Kol Nidrei había sido universalmente aceptado, donde esta formula legal presentó su última batalla. En el medio de la emancipación europea, muchos distinguidos rabinos reformistas[5], por presión de los cristianos y para evitar que estos piensen mal de los judíos por “romper sus promesas” año a año decidieron eliminar del Majzor esta plegaria. Y sin embargo… y sin embargo el pueblo no lo resistió. Fueron los mismos congregantes que obligaron a sus Jazanim (cantores litúrgicos) a entonar el Kol Nidrei aún contra la voluntad de los rabinos.
En la rusia zarista, lejos del iluminismo judío de Europa occidental, el Kol Nidrei también sufrió un ataque “editorial”. En 1875 salió una proclama del Czar, una “ukase”, obligando a los rabinos a escribir una explicación en los propios Majzorim antes del Kol Nidrei diciendo que: “En nombre de Dios, y de acuerdo con la Torá, anulamos votos y juramentos en los que una persona se prohíbe a sí mismo … Sin embargo, Dios lo prohíba, que alguien piense que anulamos votos y juramentos que juramos al gobierno y en los tribunales, o votos y juramentos que tomamos con otras partes.”De esta manera se le permitió a los judíos seguir imprimiendo los Majzorim en la rusia zarista.
Esta es la historia del Kol Nidrei. De como una proclama legal se convirtió en casi una declaración de fe y de identidad.Hace un rato todos nos poníamos de pie para entonar el Kol Nidrei. E imagino que la inmensa mayoría de nosotros no era consciente de su fabulosa y controvertida historia. Esta noche sagrada de Iom Kippur donde buscamos el perdón de Dios hemos descubierto la letra detrás de la melodía, el significado de las palabras cuya música atraviesa los corazones del pueblo judío y declara la solemnidad del día del perdón. Y la fascinante historia del Kol Nidrei me ha dejado a mi, y eso quiero compartir con ustedes para finalizar, las siguientes tres enseñanzas:
- Rezar tiene más que ver con el momento que con la letra, con la energía de una comunidad, que con el texto.Nuestros Sidurim y Majzorim están llenos de palabras. En hebreo o en arameo. Palabras que muchos no entendemos. Y sin embargo rezamos. Rezamos aunque no conozcamos el significado de las palabras, aunque no las entendamos cabalmente e incluso si no coincidimos con ellas en su sentido literal. Hay veces que rezamos con el texto y otras veces lo hacemos a pesar del texto.Es la melodía, la conciencia histórica de saber que es un texto repetido por generaciones, la noción de saber que en este mismo momento en cualquier lugar del mundo hay un judío repitiendo las mismas palabras, el canto de una sinagoga abarrotada la que le da el valor a nuestras plegarias aún a pesar del texto. El Kadish hace llorar a los deudos y los conecta con sus seres queridos aún sin entender las palabras que entonan. El Kol Nidrei nos hace vibrar y sentir la santidad y el juicio celestial de Iom Kippur aunque no sepamos su significado. Hay valor en la plegaria a pesar de las palabras.
- Nuestras palabras valen. Nuestros compromisos debemos honrarlos. Debemos cumplir nuestras promesas… nuestros rabinos eran conscientes que el pronunciar el Kol Nidre podría “desviarnos” y hacernos creer que no debemos cumplir las promesas que hagamos pero como vimos los mismos maestros que nos enseñan que el Kol Nidrei, tal como Iom Kippur, solo anula o expía las transgresiones cometidas frente a Dios, las disputas, peleas y compromisos con nuestro prójimo debemos solucionarnos con nuestro prójimo y no con Dios. Las palabras valen y sin embargo si hay promesas/palabras que decimos en un momento de dolor, de enojo, de desesperación debemos encontrar una manera de anularlas, de dar marcha atrás. No debemos cargar eternamente con promesas que nos hacen la vida imposible o con palabras de las cuales nos arrepentimos de corazón de haberlas pronunciado.Debemos volver a crear una cultura donde la palabra tenga un valor central pero también debemos darnos a nosotros mismos la oportunidad de “dejar soltar”, permitirnos no cargar eternamente con promesas que nos llenan de angustia. El Kol Nidrei es ese modelo.
- Y para terminar.Kol Nidrei ejemplifica las batallas que tuvimos que dar los judíos a lo largo de la historia para mantener nuestra fe, nuestras tradiciones y prácticas. Las miles de maniobras que tuvimos que dar para “ser aceptados”. Pero no más. En nuestros días no hay inquisidores que nos convierten a la fuerza, no hay quemas públicas del Talmud. No debemos agachar la cabeza como judíos y eliminar de nuestros rituales o plegarias partes que otros no comprenden o que buscan en su afán de ridiculizarnos no entender. Kol Nidrei debiera ser casi como un himno de nuestro compromiso con el judaísmo. Si los marranos perseguidos por Torquemada temblaban ante Dios pronunciando el Kol Nidrei ¿Cómo nosotros como judíos libres no vamos a pronunciar el Kol Nidrei como señal de que estamos orgullosos de nuestra cultura y nuestra fe? El Kol Nidrei, a pesar de su texto en su sentido literal, debe convertirse en un símbolo de nuestra identidad. El Kol Nidrei fue la plegaria más disputada, más resistida. Y así fuimos nosotros como pueblo.Por enemigos externos que buscaron humillarnos. Y por líderes internos que para “acomodarse” a las criticas externas buscaron acomodar el judaísmo a los estándares de otros. Y sin embargo como el Kol Nidrei, como pueblo judío, aquí estamos. El Kol Nidrei resistió porque la gente, el pueblo, y no los líderes, lo quisieron. El Kol Nidrei se llenó de belleza y de esplendor porque los judíos lo hicieron propio a pesar de todo.
Que el Kol Nidrei sirva de símbolo de nuestro judaísmo. Que nuestro judaísmo pueda brillar, hacernos conmover, unirnos como lo hacen las palabras y la melodía del Kol Nidrei.
Jatima Tova!
Rab. Uri
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[1]Ver también: “Cuando haces voto a Adonai tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Adonai tu Dios de ti, y sería pecado en ti. Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado. Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Adonai tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.” (Deut. 23:21-23)
[2]Teshuvot Ha-Ge’onim, Sha’arei Teshuva # 143
[3]Siddur Amram Gaon (s. IX, Impresión de Varsovia, 1865, p.47).
[4]Esta noción de que fueron los marranos/anusim quienes le dieron “aún” más fuerza al Kol Nidrei esta también basada en las palabras introductorias al mismo en el cual declaramos que “nos es lícito rezar con los avarianim (lit. transgresores”). Estas palabras si bien fueron introducidas por sabios alemanes (Rabi Meir de Rotenburg, s XIII y el Maharil, s. XV) fueron utilizadas especialmente en las comunidades de la península hiberica para afirmar en el día del Perdón que a la comunidad judía le era lícito rezar “junto a los transgresores” que habían abandonado (por lo menos visiblemente) el judaísmo. El término Avarianim es utilizado en el Talmud para hablar específicamente de los apostatas o renegados (Nidá 13b, Shabbat 40a), aunque otra acepción es “transgresor constante” (j. Ketuvot 7:31:c).
[5]Fue en la conferencia de Brunswick (1844) donde los rabinos reformistas decidieron unánimemente abolir el Kol Nidrei. Sin embargo, cabe aclarar, no solo los reformistas decidieron anular la plegaria sino que también el gran líder de la “ortodoxia moderna”, Shimshon Rafael Hirsch, en 1839 decidió también anularla pero luego se retractó.