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En esta Parashá leemos nuevamente los Diez Mandamientos. El Rabino Abraham J. Heschel enseñaba que el primero y el último de los Diez Mandamientos están conectados y ambos tratan sobre la libertad. El primer mandamiento nos dice: “Yo soy Adonai Su Dios que los saqué de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud”. Obtenemos la libertad física con ayuda de Dios y otros hombres y mujeres que luchan por conseguir la libertad en cada lugar y en cada tiempo. Sin embargo hay otra libertad, la libertad interior, la libertad espiritual que solo podemos conseguirla nosotros mismos. El décimo mandamiento nos dice: “No codiciarás”. Podemos ser libres físicamente pero esclavos de nuestras pasiones y nuestros deseos. Seremos verdaderamente libres cuando dejemos de codiciar lo que el otro tiene y comencemos a valorar lo que nosotros poseemos. Dios nos liberó de Egipto pero somos nosotros quienes tenemos que liberanos de la codicia para poder ser realmente libres. Pirkei Avot nos enseña: “Ben Zoma dice: “¿Quién es rico? El que está contento con lo que tiene.” (4:1). Parafraseando podríamos decir ¿Quién es libre? El que valora lo propio.

Shabbat Shalom,

Rab. Uriel Romano

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