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¿Deben las mujeres cubrirse la cabeza a la hora de rezar?

Por Viviana Lifschitz (Buenos Aires, Argentina, Abril 2018)

Respuesta corta: Sí, al igual que los hombres las mujeres deberían cubrirse la cabeza a la hora de estudiar Torá, rezar, pronuncian alguna bendición o mientras comen.

Respuesta extendida:

Antropólogos e historiadores han estudiado por generaciones los significados que cada cultura le ha asignado al hecho de cubrirse (o no) la cabeza. Llevar la cabeza cubierta, tanto para los hombres como para las mujeres, tiene y ha tenido diversos significados en las más diversas culturas. Dentro de la cultura judía en nuestros días la pregunta en torno a si una mujer debe tener la cabeza cubierta tiene dos posibles aristas: (1) Tzniut (recato), (2) Yirat Shamaim (temor reverencial). Sobre la cuestión si las mujeres casadas están obligadas a llevar la cabeza cubierta todo el tiempo que se encuentren fuera de su hogar por una cuestión de recato[1] es un tema que dejaremos para otra respuesta ya que no es la pregunta que tenemos frente a nosotros. La pregunta en particular va dirigida a si las mujeres judías en la actualidad deben, como es costumbre en los hombres, cubrirse la cabeza a la hora de rezar. Quisiera antes de responder sobre si las mujeres deben también cubrirse la cabeza para rezar (y para otros momentos) desarrollar brevemente el desarrollo histórico que devino en la costumbre prevaleciente y casi universal entre los judíos de rezar con la cabeza cubierta.

En la Biblia llevar la cabeza cubierta era una señal de duelo[2]. En los tiempos talmúdicos los deudos, los que fueron excomulgados y los enfermos de Tzaarat también estaban obligados a cubrirse la cabeza.[3] Solo en algunos casos aislados y solo algunos personajes en particular solían cubrirse la cabeza en señal de respeto o sumisión a Dios y a sus preceptos.[4] En aquellos tiempos no era una costumbre extendida ni popular rezar o estudiar los textos sagrados con la cabeza cubierta, y es más, según una fuente del Nuevo Testamento podemos entender que solamente las mujeres acostumbraban a cubrirse la cabeza a la hora de rezar: Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.[5] En la época de los Gueonim[6] incluso en la tierra de Israel no acostumbraban a que los sacerdotes bendijeran al pueblo con la cabeza cubierta (como sí era la costumbre en Babilonia)[7].

No será sino hasta la edad media donde la costumbre de cubrirse la cabeza por Yirat Shamaim, en señal de temor reverencial a Dios, se volverá popular[8] (aunque no universal). Hay testimonios incluso de muchos rishonim[9] que rezaban y estudiaban con la cabeza descubierta.[10] Será el tratado menor talmúdico Sofrim (14:15) quien insistirá que el Sheliaj Tzibur, el conductor de la plegaria, debía estar bien vestido y con la cabeza cubierta para rezar. Con el correr de las generaciones en los últimos cuatro siglos el cubrirse la cabeza a la hora de pronunciar bendiciones, rezar o estudiar se volvió cada vez más una costumbre más arraigada y popular. El Shulján Aruj codificará que “un hombre no puede andar con la cabeza descubierta más de cuatro codos (unos dos metros)”[11]. Sin embargo incluso para grandes sabios posteriores de los siglos XVII y XVIII llevar la cabeza cubierta no será más que una costumbre (y no ley, i.e, halajá[12]) y un acto de piedad (Midat Jasidut) reservado solo para los hombres piadosos y temerosos de Dios.[13]

Hasta incluso entrando ya a la modernidad la costumbre, ya popular, de cubrirse la cabeza estaba solo reservada a los momentos previamente mencionados (rezar, recitar bendiciones y estudiar Torá). El tener la cabeza cubierta en esos momentos era considerado un acto de piedad y de religiosidad mostrando la sumisión de la persona hacia Dios y reconociendo los límites del ser humano. Sin embargo en todos los otros momentos los hombres, excepto aquellos piadosos y estudiosos, no solían andar con la cabeza cubierta o si lo hacían era simplemente siguiendo las costumbre de la época de algunos países europeos (los gorros típicos del siglo XIX) o árabes (los turbantes clásicos de aquellas regiones) y no por una costumbre propia judía o como parte de una prenda de carácter religioso.

La obligatoriedad y la estrictez de rezar con la cabeza cubierta llegarán recién en el siglo XIX como consecuencia de un intenso debate entre los reformistas y los sectores más tradicionalistas judíos de aquella época. Algunos pensadores reformistas sugirieron a mediados de aquel siglo que siguiendo la usanza y los estándares estéticos occidentales las personas deberían descubrirse la cabeza a la hora de rezar (como era, y es, la tradición en la Iglesia). Tal como muchas otras innovaciones en la sinagoga (el lugar del pulpito, la organización de los pupitres, la predica en idioma vernáculo, la introducción del órgano, los coros, etc.) los reformistas buscaban imitar la tradiciones cristianas-europeas de aquella época y por eso insistían en que los hombres debían descubrirse la cabeza en la sinagoga como señal de respeto. Los sectores más tradicionalistas reaccionaron, como solían hacer, con grandes discursos y predicas haciendo de una costumbre tardía una obligatoriedad religiosa (algunos insistiendo incluso que uno debía incluso tener la cabeza cubierta para dormir).[14]

En resumen: no será sino hasta hace muy pocos siglos en la historia judía donde la necesidad de cubrirse la cabeza (por parte de los hombres por lo menos) para rezar y para estudiar se hizo obligatoria y “universal”. Ahora bien ¿Qué pasa con las mujeres? Volviendo nuevamente nuestros ojos hacia la historia podemos comprender por qué esta pregunta casi siempre giró en torno a los hombres y no a las mujeres. Las mujeres, según muchas opiniones legales tradicionales, no están obligadas a rezar (o por lo menos no a rezar tres veces al día como los hombres con una liturgia predeterminada) y ni que hablar a estudiar Torá (muchos incluso insistían, y lamentablemente insisten, en que las mujeres tienen prohibido estudiar Torá). Por este motivo, y por el hecho de que cubrirse la cabeza para las mujeres tenía una connotación de tzniut (recato), la temática no surgió durante generaciones.

En nuestros días, y en los movimientos judíos igualitarios o feministas, desde el reformismo hasta la ortodoxia moderna, donde la mujer ha ganado y sigue ganando terreno en todas las áreas rituales y de la observancia judía no hay motivo alguno para decir que una mujer no debería llevar la cabeza cubierta también. Es más, me atrevería a sugerir que las mujeres, al igual que los hombres (aquellos que de por si no estén continuamente con la cabeza cubierta en su día a día) están obligados a cubrirse la cabeza al entrar a una sinagoga, cuando rezan, cuando comen y cuando estudian Torá. Está ha sido la costumbre de muchas mujeres tradicionales que al participar de un servicio religioso acostumbraban a ponerse una mantilla[15] o un gorro para rezar y en los últimos cuarenta años la utilización de una kipá también ha ganado terreno entre las rabinas, las jazaniot conservadoras, reformistas y reconstruccionistas y también de algunas mujeres en sus congregaciones. En los últimos 30 años por otro lado los movimientos conservadores y reformistas han escrito responas al respecto. En lineas generales las respuestas se inclinan a decir que si una mujer desea cubrirse la cabeza con una kipá u otro elemento a la hora de rezar o de estudiar puede hacerlo pero la misma no esta obligada como si lo están en nuestros días los hombres.[16]

Como hemos dicho al principio el llevar la cabeza cubierta ha tenido diversos significados a lo largo de la historia judía. Y solamente muy recientemente en la larga historia de nuestro pueblo se ha vuelto una norma universal el llevar la cabeza cubierta en todo (o algunos) momento. En nuestros días el estar con la cabeza cubierta, y especialmente utilizando una kipá, se ha convertido en un símbolo asociado a la devoción religiosa en momentos de rezo y de estudio, a la pertenencia a una comunidad o a una corriente particular, y a la identidad judía en general.[17] En este sentido insisto que es menester de los líderes comunitarios comenzar (o continuar) el proceso de cambio cultural para lograr que de la misma manera que uno insiste que los hombres se cubran la cabeza en una clase de Torá o al momento de una Tefilá que las mujeres también deban hacerlo. Muchas mujeres en los últimos siglos, y más popularmente en los últimos decenios, también han hecho propia la costumbre de cubrirse la cabeza como señal de disposición a rezar o como forma de indicar el comienzo del estudio de un texto sagrado. En este camino debemos continuar sin forzar ni presionar pero educando hacia aquel camino y dandole tiempo a cada comunidad a que vaya paulatinamente adoptando esta costumbre hasta que la misma se vuelva, como pasó con los hombres, popular y universal. Un buen comienzo sería enseñar sobre esta costumbre a las Bnot Mitzvá, a las niñas que se están preparando para su Bat Mitzvá, para que puedan ellas si lo desean también sumar esta costumbre desde el momento que celebran su paso a la adultez. También es importante que a la entrada de las congregaciones aparte de haber “kipot para hombres” haya también “kipot para mujeres”. Antes de concluir cabe aclarar este último punto.

Ahora bien ante la pregunta ¿Tiene que ser exactamente una kipá como la de los hombres? No lo sé. Esto dependerá de cada comunidad y de cada país. Algunos insistirán en usar las mismas kipot que utilizan los hombres[18], otras usarán una kipá más de tinte femenina como ya se han popularizado en los últimos 30 años, otras quizás usarán una mantilla, un pañuelo o algún gorro en particular[19]. Exactamente de que forma se deben cubrir la cabeza solamente la historia lo dirá. Ahora es tiempo de hacer historia.

Rab. Uriel Romano

LaG BaOmer, 5778 – 3 de mayo del 2018

Agradezco los aportes, las observaciones y sugerencias de la rabina Judy Nowominski.

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[1] Es común ver hoy en día a mujeres ortodoxas con pañuelos o pelucas cuando se encuentran fuera de su hogar. Esta tradición se basa en una noción talmúdica sobre que “el pelo de la mujer es desnudez” (TB Berajot 24a) y el mismo puede despertar la fantasía sexual de los hombres y es por eso que debe estar oculto. Según el libro de Números el sacerdote debía dejarle suelto el cabello a la mujer sospechada de adulterio (5:18) y el Talmud comprende que de aquí aprendemos que “para las mujeres casadas llevar su cabeza descubierta es una desgracia para ellas” (TB, Ketuvot 72a). En la actualidad este tema ha sido ampliamente discutido por diversos legisladores rabínicos.

[2] II Sam. 15:30, 19:5; Jer. 14:3–4; Est. 6:12, etc. En los tiempos talmúdicos también era costumbre demostrar el duelo cubriéndose la cabeza (TJ, Kil. 9:4, 32b).

[3] BT Moed Katan 15a

[4] El Talmud nos cuenta de un sabio que nunca caminó cuatro codos con la cabeza descubierta (BT Kidushin 31a) así como también una historia de un niño cuya madre le cubrió la cabeza para que no transgrediera los mandamientos (BT Shabbat 156b). De estas historias (ver también los relatos en TB Kidushin 8a y Berajot 51a) es sencillo deducir que no era una práctica común ni popular cubrirse la cabeza de forma constante, para rezar o para estudiar sino que esto era la excepción.

[5] I Corintos 11:4-7

[6] Sabios posteriores al cierre del Talmud (desde el siglo VII al XI)

[7] Sefer HaJilukim, #42

[8] Al parecer en algún momento luego de la codificación del Talmud en algunas áreas donde los judíos residían se comenzó a asociar el cubrirse la cabeza como un acto de modestia y de reconocimiento de la presencia de Dios en todos lados. Maimonides (Siglo XII, Egipto) escribe que es la conducta correcta de los sabios, en señal de modestia, cubrirse todas las partes del cuerpo incluyendo la cabeza (ver Hiljot Deot 5:6 y Moré Nebujim 3:52).

[9] Sabios de los siglos XI a XVI

[10] Por ejemplo: Abraham ben Natan de Lunel, Ha-Manhig 15b, n. 45 y Or Zaru’a, Hiljot Shabbat 43

[11] Oraj Jaim 2:6

[12] Será David ha-Levi Segal (s. XVII) uno de los mayores defensores de la teoría que andar con la cabeza cubierta no es solamente en sus días una costumbre de los hombres piadosos sino una obligación bíblica: “Y me parece a mi que hay una prohibición total [de andar con la cabeza descubierta] por otra razón, ya que es una una “ley” entre las naciones que al sentarse se sacan su sombrero, entonces entraría dentro de la categoría “sus leyes no habrás de seguir” (Levítico 18:3)” (Taz a Oraj Jaim 8:3)

[13] Ver Maharshal, Resp. n. 7; Be’ur ha-Gra, Sh. Ar., OJ 8:2. El Jida también sostenía que tener la cabeza cubierta era una cuestión de “Midat Jasidut” y no una obligación halájica.

[14] Para más información y mayor detalle sobre la historia y la evolución de andar con la cabeza cubierta ver: Jewish Encyclopedia (1906) Head Covering: http://www.jewishencyclopedia.com/articles/7432-head-covering-of / Dan Rabinowitz, “Yarmulke: A Historic Cover-Up?” in Hakirah, vol. 4 (Winter 2007) pp. 221-238. / J. Z. Lauterbach: Worshiping with Covered Heads in CCAR Respona (Vol. XXXVIII, 1928, pp. 589-603) https://www.ccarnet.org/ccar-responsa/arr-8-21/

[15] Muchos son los testimonios de diversas comunidades judías, especialmente en oriente, como en Irán, Tunisia, Sira y Usbekiztan, entre muchas otras, en donde se hace referencia que es tradición entre las mujeres cubrirse la cabeza a la hora de rezar o de escuchar la lectura de la Torá. Ver por ejemplo: Igrot Moshe, O.J Vol. 4:2. Ovadia Yosef también cita esta costumbre en una de sus responsas.

[16] Responsas conservadoras: Rab. David Frankel, Jabishat Kipa al Iedei Banim uBanot, Responsa in a Moment, Vol. 6 (http://responsafortoday.com/vol6/1_3.pdf) y Rab. Margaret Frisch Klein: Teshuvah on Women’s Head coverings and Tallitot for Congregation Kneseth Israel (http://www.ckielgin.org/uploads/9/6/2/9/9629077/teshuvah_on_womens_headcoverings_and_talitot_for_cki_web.pdf). Responsas reformistas: https://www.ccarnet.org/ccar-responsa/narr-23-25/ y https://www.ccarnet.org/ccar-responsa/narr-20-23/

[17] Sobre una hermosa reflexión sobre el significado de la Kipá en nuestros días ver: Nathan, Lopes Cardozo: Oh, that I Could Take Off My Kippah! (https://www.cardozoacademy.org/thoughts-to-ponder/oh-that-i-coul-off-my-kippah/) y humildemnte también comparto una reflexión personal que escribí al respect algún tiempo atras: https://urielromano.wordpress.com/2018/04/27/ajarei-mot-kedoshim-porque-uso-kipa/

[18] Algunos argumentarán que la kipá es una prenda masculina y que una mujer no debería usar una prenda de hombre como establece la Torá: No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer (Deut 22:5). La prohibición de Kli Gever (prenda masculina) ha sido entendida de forma diferente a lo largo de la historia pero en términos generales “todo depende del lugar y de la época” (Shuljan Aruj, Iore Dea 182:5). Por ejemplo el Talmud (TB, Nazir 59a) prohíbe que una mujer porte armas ya que está era considerada una prenda masculina sin embargo hoy en día los legisladores entienden que con la entrada de la mujer al ejercito en todo el mundo esta ha dejado de ser una prenda masculina (Igrot Moshe O.J 4:75). Otro ejemplo se encuentra en el Shuljan Aruj (Iore Dea 156:2) donde prohíbe que un hombre se mire al espejo ya que esto era considerado una practica femenina, sin embargo hoy la costumbre de mirarse al espejo para arreglarse se ha hecho universal entre los hombres también. En nuestros días lo mismo ocurrió con los pantalones que primero eran percibidos únicamente como prendas masculinas y con el correr de las generaciones las mujeres comenzaron a utilizarlos y muchos legisladores entendieron que como ya los mismos se volvieron populares como prenda femenina no habría problema por “Kli Gever” y si algunos lo prohibían era solamente por un tema de Tzniut (recato).

[19] Un abordaje cómico sobre algunos estilos de kipot que suelen utilizar las mujeres en nuestros días puede verse en el siguiente artículo: https://forward.com/sisterhood/214195/when-women-wear-kippahs/

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