Elohei Avoteinu veImoteinu | Dios de nuestros padres y nuestras madres
Cada vez que nos dirigimos a Dios en nuestras plegarias evocamos nuestra relación intima con el Creador. Es el Dios de nuestra familia, de nuestros padres y nuestras madres. En Parashat Jaiei Sará mueren nuestros dos primeros padres. Sará Imanu y Abraham Avinu.
La tradición jasídica enseña que tanto Sará como Abraham encierran unaa característica propia del judaísmo que están presentes en cada generación. Abraham representa la visión universalista del monoteismo ético. Es Abraham quien se lleva consigo «las almas que había hecho» en su tierra natal. Es Abraham quien discute con Dios cuando pensaba destruir al justo con el impío. Es Abraham quien intenta compartir su fe con el resto de los seres humanos. Abraham es el universal. Sin embargo, Sará, es la tendencia particularista del pueblo judío. Es la corriente etnocentrista del pueblo de Israel. Es Sará quien echa a Hagar y a Ishmael de su hogar por no ser estos «judíos». Se preocupa más por lo propio que por lo ajeno. Sará es la madre, y como toda madre pone siempre primero a los suyos sobre el resto.
Al comienzo de la Parashá muere Sará. El exceso de particularismo, de cuidado de lo propio sin importar el dolor ajeno, conducirá a la muerte del pueblo judío. La historia, sin embargo, no termina aquí. Al final de la Parashá muere Abraham. Sin una particularidad judía no puede existir un mensaje judío universalista. Si nos quedamos sin Sara, sin aquellos elementos que nos hacen ser quien somos, también eventualmente perderemos a Abraham, nuestro desafío de compartir el mensaje universal de los profetas. En está eterna tensión debemos aprender a vivir.
Por está razón cada vez que elevamos nuestras plegarias invocamos decimos: Elohei Avoteinu veImoteinu.