Skip to main content

Tosafot a Ketuvot 112a

כשעלה ר’ חנינא הגדול מבבל בקש לידע אם נכנס לא»י והיה שוקל אבנים כל זמן שהיו קלות אמר עדיין לא נכנסתי לארץ ישראל כיון שמצאן כבידות אמר אין אלו אלא אבני ארץ ישראל והיה מנשקן וקרא עליהן את הפסוק הזה כי רצו עבדיך את אבניה

Cuando Rabi Janina, el grande, ascendió hacia la Tierra de Israel desde Babilonia quería saber si había llegado definitivamente a la tierra de Israel o no. Iba entonces pesando piedras todo el tiempo, mientras las mismas estaban livianas decía “todavía no he entrado a la Tierra de Israel”, cuando comenzaban a pesarle dijo “estas no son otras sino las piedras de la Tierra de Israel” y las besaba. Y sobre estas piedras pronunció el siguiente versículo: “Porque tus siervos aman sus piedras” (Salmos 102:15)

El origén de esta historia es un tanto extraña. Los Tosafot (sabios de alemania del siglo XII) citan esta historia supuestamente del Midrash Tanjuma a la Parashá Shlaj aunque actualmente en las ediciones modernas no encontramos está historia. Es más el sabio al cual hacen mención, Rabí Janina HaGadol (el grande), no sabemos exactamente quien es (es más no tenemos idea). Ahora bien ¿Por qué citan está historia? Porque la versión del Talmud que tenían ante sus ojos narraba la historia de Rabí Janina (¿recuerdan el que sacaba los obstaculos?) de una forma un tanto diferente y ellos creían que hacía referencia a esta historia que ellos conocían. Igual, ya basta de detalles aburridos, vayamos a la historia.

Según se cuenta Rabi Janina cuando decidió hacer Aliá, al no existir pasos fronterizos definidos ni barreras que separasen a las naciones, quería cersiorarse acerca del momento exacto que dejase de estar en Jutz LaAretz (fuera de la tierra de Israel) para ya estar pisando el suelo de Erez Israel. ¿Cómo lo hizo? Tenía un sistema, mientras caminaba iba de tanto en cuanto recogiendo piedras del piso. Si las levantaba con facilidad esto significaba que todavía estaba fuera de los límites de Israel, si ya comenzaban a pesarle esto significaría que ya había entrado a la tierra prometida. Cuando finalmente llegó, como solía hacer el ya mencionado Rabí Abba, besaba las piedras para cumplir con aquel versículo de Salmos que ya vimos en una oportunidad que decía: “Porque tus siervos aman sus piedras”. ¿Por qué las piedras se hacen más pesadas en Israel? No lo sé. Sin embargo se me ocurre pensar que los desafíos de vivir en la tierra de Israel son muchas veces más díficiles que viviendo en otros lados. No es facíl vivir en Israel. Al hablar con muchos israeliés muchas veces es decripto como una carga o una “dificultad” extra al del resto de las naciones. La exposisión mediatica, los conflictos belicos, los desafíos sociales internos, la necesidad de cumplir más mandamientos que fuera de Israel… las piedras se hacen más pesadas. Sin embargo hay quienes deciden hacerse fuertes y levantar cada día aquellas piedras porque esas son las rocas de la Tierra prometida, de la tierra de Israel. Vaya para todos mis hermanos y hermanas que han decidido vivir en Israel con cada uno de sus grandes desafíos y problemas toda mi admiración y amor.

Leave a Reply