ר’ חייא בר גמדא מיגנדר בעפרה שנאמר (תהלים קב, טו) כי רצו עבדיך את אבניה ואת עפרה יחוננו
Rabi Jia bar Gamda solía rodar en el polvo de la tierra [de Israel] como está dicho: “Porque tus siervos aman sus piedras, Y del polvo de ella tienen compasión.(Salmos 102:15) (Talmud Babilónico, Ketuvot 112b)
No sabemos exactamente quien fue Rabí Jia bar Gamda, no es un sabio muy nombrado en el Talmud pero parece ser un amorá de la cuarta generación (siglo IV d.e.c) de la tierra de Israel. Este sabio amaba tanto a la Tierra de Israel (literalmente ¡a la tierra!) que no le bastaba con besar las rocas sino que solía rodar en el polvo mismo de la tierra. ¿Por qué lo hacía? Porque amaba a la tierra de Israel y para llevar a la práctica las palabras del Salmo “Y del polvo de ella tienen compasión”. Él quería conectarse profundamente con la Tierra (el polvo) de Israel, quería ser uno con el suelo que pisaron los patriarcas, los reyes y los profetas. Podemos cerrar los ojos e imaginarnos a un sabio saliendo en alguna tarde fresca del norte de Israel hacia el campo para poder rodar en la tierra y quedar cubierto de aquel polvo consagrado por generaciones. En la próxima visita no aprecien solo las hermosas estrcturas antiguas y modernas sino también la naturaleza, caminen por sus arroyos, sus montañas, sus costas, sus playas, sus desiertos y ¿por qué no también? Sumerganse en sus aguas, hagansé milanesa en su arena, y rueden por su tierra. Sientan que por aquellos lugares caminaron nuestros patriarcas y nuestras matriarcas, nuestros jueces y juezas, nuestros reyes y reinas, nuestros profetas y profetizas. Rueden por la tierra que es parte de nuestra historia.