Talmud Babilónico, Zevajim 88b
ואמר רבי עיניני בר ששון למה נסמכה פרשת קרבנות לפרשת בגדי כהונה לומר לך מה קרבנות מכפרין אף בגדי כהונה מכפרין
כתונת מכפרת על שפיכות דם שנאמר (בראשית לז, לא) וישחטו שעיר עזים ויטבלו את הכתנת בדם מכנסים מכפרת על גילוי עריות שנאמר (שמות כח, מב) ועשה להם מכנסי בד [לכסות (את) בשר ערוה] מצנפת מכפרת על גסי הרוח מנין אמר רבי חנינא יבא דבר שבגובה ויכפר על גובה אבנט מכפר על הרהור הלב ‘ היכא דאיתיה חושן מכפר על הדינין שנא’ (שמות כח, טו) ועשית חושן משפט אפוד מכפר על עבודת כוכבים שנאמר (הושע ג, ד) אין אפוד ותרפים מעיל מכפר על לשון הרע מנין א»ר חנינא יבא דבר שבקול ויכפר על קול הרע וציץ מכפר על עזות פנים בציץ כתיב (שמות כח, לח) והיה על מצח אהרן ובעזות פנים כתיב (ירמיהו ג, ג) ומצח אשה זונה היה לך |
[…] Y el rabino Inini Bar Sason dijo: ¿Por qué fue el pasaje de la Torá que discute ofrendas (Levítico, capítulos 1-7) yuxtapuesto al pasaje que discute las vestiduras sacerdotales (Levítico, capítulo 8)? Se yuxtapuso para decirnos que así como las ofrendas efectúan expiación, también las vestiduras sacerdotales efectúan expiación.
La túnica (Ketonet) expía el derramamiento de sangre, como se afirma [con respecto a los hermanos de Yosef después de que conspiraron para matarlo:] «Y mataron un cabrito, y mojaron la túnica en la sangre» (Génesis 37:31). Los pantalones (Mijnasaim) expían por las relaciones sexuales prohibidas, como se afirma [con respecto a la confección de las vestimentas sacerdotales:] «Y les harás pantalones de lino para cubrir la carne de su desnudez» (Éxodo 28:42). El turbante (Mitzefet) expía por los arrogantes. ¿De dónde se deriva esto? El rabino Ḥanina dice: Es lógico que un artículo que se coloca a una elevación, es decir, en la cabeza de un sacerdote, venga y expía el pecado de un corazón elevado.
El cinturón (Avnet) expía los pensamientos pecaminosos del corazón. [La Guemara explica: El cinturón expía los pecados que ocurren donde está situado, es decir, sobre el corazón.]
La coraza (Joshen) del Sumo Sacerdote expía los juicios impropios, como se afirma: «Y harás una coraza de juicio» (Éxodo 28:15).
El efod expía la idolatría, como se afirma: «Y sin efod ni terafim» (Oseas 3: 4) [lo que significa que cuando no hay efod, se encuentra el pecado de los terafines, es decir, la idolatría.]
La toga (Meil) del Sumo Sacerdote expía el lenguaje malicioso. ¿De dónde se conoce esto? El rabino Ḥanina dice: Es lógico que un artículo que produce sonido, es decir, la túnica, que tiene campanas, venga y expía un sonido maligno.
Y la placa frontal (Tzitz) del Sumo Sacerdote expía el descaro. Esto se deriva del hecho de que con respecto a la placa frontal está escrito: «Y estará sobre la frente de Aarón» (Éxodo 28:38), y con respecto al descaro está escrito: «Y tuviste la frente de ramera» (Jeremías 3: 3). |
El capítulo 28 del libro de Éxodo, y la parte central de nuestra Parashá, trata sobre las vestimentas rituales que el Sumo Sacerdote (Cohen HaGadol), y los otros sacerdotes, debían usar cuando estaban “en funciones” dentro del Tabernáculo (y posteriormente el Templo de Jerusalén). Con sumo detalle se describen en la Torá las cuatro vestimentas de los sacerdotes simples, y las cuatro vestimentas que se le agregan a estas que solo utilizaba el Sumo Sacerdote. ¿Cuál era la función de estas vestimentas sacerdotales (Bigdei Kehuna)? La propia Torá antes de comenzar a enumerar estas vestiduras nos dice su función: “harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura.” (Ex. 28:2). Para honra y hermosura, “LeJavod uLetifaret. Estás prendas debían enaltecer el servicio dedicado a Dios. Los sacerdotes debían vestirse con los colores, las telas y las piedras preciosas dignas de la realeza para servir al Rey de Reyes. En este sentido estas prendas son simplemente decorativas y para dar importancia y honor al servicio de los sacerdotes.
En otros pasajes del libro de Éxodo encontramos también que estas prendas son para consagrar a los sacerdotes como tales (Ex. 28:41 y 35:19 entre otras). Estas prendas debían ser utilizadas por los sacerdotes cual si fueran uniformes de trabajo indispensables para cumplir su labor sagrada. De no tener estas vestimentas a la hora de presentar los sacrificios los mismos serían inválidos. Tal como un obrero no puede trabajar en una obra sin su casco y botas, un Sacerdote no puede servir en el Santuario sin sus ocho (o cuatro) prendas. Estás prendas, siguiendo esta lectura, estaban asociadas únicamente al Tabernáculo y las mismas no debían ser utilizadas fuera de aquel espacio consagrado. Y no solo esto sino que las mismas son parte de la “estructura general” del Tabernáculo, como cualquier otro elemento mencionado en la Parashá inmediatamente anterior de Terumá, en este caso usadas por el Kohen pero parte del mobiliario sagrado. Para hacer estas vestimentas se usan los mismos materiales, telas, colores, encastres que en todos los otros utensilios del Tabernáculo.
A estos significados cuyo origen pueden ser rastreados en el mismo texto bíblico se le suma otra explicación que encontramos en el Talmud (Zebajim 88b). Rabi Inini Bar Sason (un sabio poco conocido del siglo III d.e.c de la Tierra de Israel) explica que la yuxtaposición de los pasajes bíblicos acerca de las ofrendas y los sacrificios (los primeros siete capítulos del libro de levítico) y los pasajes que describen nuevamente las vestiduras sacerdotales (el capítulo 8 del levítico) están unidas para enseñarnos que la da misma manera que los sacrificios logran expiar las transgresiones así también las prendas de los sacerdotes pueden lograr expiar las transgresiones del pueblo. En esta lectura las vestiduras sacerdotales tienen poder expiatorio. Este pasaje talmúdico (como pueden encontrar completo al comienzo de este Dvar Torá) explica que cada una de las vestiduras de los sacerdotes expía otra transgresión. Por ejemplo la túnica (ketonet) expía el asesinato ya que los hermanos de Yosef al no encontrar a su hermano luego de abandonarlo en el poso mojan su famosa túnica (ketonet pasim) con sangre de un cabrito para que su padre deduzca que su hijo predilecto había muerto a manos de una bestia salvaje. Los pantalones (mijnasaim) cuyo propósito como remarca la Torá era cubrir las partes íntimas de los sacerdotes expían por las relaciones sexuales promiscuas. Así es como Rabi Inini Bar Sason encuentra una correlación textual o simbólica entre cada una de las prendas sacerdotales y un pecado a expiar. Las otras transgresiones que son expiadas por las prendas sacerdotales son la arrogancia, los pensamientos pecaminosos, los juicios impropios, la idolatría, el lenguaje malicioso, y el descaro.
Según las lecturas aquí presentadas las vestimentas sacerdotales pueden ser simplemente un “atuendo bonito” para dar honra al servicio religioso, o bien un uniforme indispensable para realizar las tareas sagradas, o también como sugiere el Talmud, pueden servir simbólicamente de expiación para las transgresiones del pueblo de Israel. Estas son tres de las múltiples lecturas. ¿Se te ocurre alguna más?
Shabbat Shalom,
Rabino Uriel Romano