Fue enseñado en la Mishná (Pirkei Avot 1:18): “Raban Shimon ben Gamliel dice: “Sobre tres pilares se sostiene el mundo: sobre la justicia, sobre la verdad y sobre la paz”. Dijo Rab Muna al respecto: “Y aquellas tres cosa son en realidad la misma cosa. Si se logra la justicia, hay verdad, y esta lleva a la paz. Estas tres cosas son enunciadas en un mismo versículo: “Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas. (Zacarías 8:16)” (Tratados Menores, Perek Shalom, 2)
Donde hay recuerdo, hay verdad y donde hay verdad se logra la justicia. Memoria (Zikaron), Verdad (Emet), Justicia (Mishpat), estos son llamados históricos de mi pueblo que hoy -24 de marzo- como argentino abrazo también. Hace más de 170 años que los caminos de lo judío y lo argentino comenzaron a mezclarse, a veces siendo prácticamente indiferenciables el uno del otro y otras veces con marcadas diferencias. En el día que recordamos la época más oscura de nuestra nación lo judío se hace virtualmente presente en cada esquina y en cada garganta al grito de “Nunca más”, ya que esta frase que le dio titulo al famoso libro de la CONADEP fue propuesto por un rabino. El rabino Marshall Meyer, evocando el reclamo de los sobrevivientes del gueto de Varsovia frente a las atrocidades nazis, propuso aquella frase para expresar el dolor de millones de argentinos. En el grito de “nunca más” lo judío y lo argentino se vuelve nuevamente indivisible. Frente al horror y en pos del reclamo colectivo lo argentino y lo judío se encuentran unidos.
Mi forma de decir presente (Hineni) este 24 de marzo es escribiendo unas líneas sobre como mi tradición milenaria comprende la memoria, la verdad y la justicia; gritos y reclamos de mi país y de mi pueblo cada 24 de marzo.
Memoria (Zikaron): El pueblo judío es un pueblo que recuerda. La memoria está presente en cada una de nuestras celebraciones y de nuestros ritos. Al levantar la copa de vino cada Shabat, al santificar el día sagrado, recordamos la Creación del mundo y la salida de la tierra de Egipto hacia la tierra prometida. Debemos recordar, nos dice la Torá, que fuimos esclavos en Egipto para ser generosos con los extranjeros y marginados. Debemos recordar, nos dice el Talmud, la destrucción de nuestro Templo en cada una de nuestras celebraciones (rompiendo la copa en un casamiento, por ejemplo), para afirmar que la alegría no puede ser completa hasta que se logre la paz en todo el mundo y en cada sociedad. Somos un pueblo que recuerda, que recuerda más de 3800 años de historias y peregrinajes. Recordamos para saber quiénes somos y quienes deberíamos ser.
Verdad (Emet): La Verdad es el sello de Dios, nos dice el Talmud. Como seres humanos podemos aproximarnos a la verdad pero sólo Dios conoce la profundidad de los actos y la verdad última de las cosas. Tal como no existen medios pozos, no existen medias verdades; una pequeña mentira es una mentira total. Por eso, los sabios nos enseñan, que la palabra hebrea EMeT está compuesta por la primera letra del alfabeto hebreo (Alef), la del medio (Mem) y la última (Taf), porque la verdad debe estar al comienzo, en el andar y al final de cada uno de nuestros proyectos.
Justicia (Mishpat): Moisés tenía una frase de cabecera: “que la justicia penetre la montaña”. Una de las primeras decisiones que toma el líder del pueblo judío luego de salir de Egipto es crear un sistema de justicia, ya que no puede haber libertad sin ley y no puede haber ley sin jueces que la administren y la interpreten. La ley es la depositaria en la tradición de Israel de los valores cardinales del pueblo. Los sabios nos cuentan que Dios creó al mundo con el atributo de la justicia, sin embargo se dio cuenta que el mundo no podría subsistir solamente con la aplicación de una justicia y una ley estricta por lo cual decidió luego regalarle a la humanidad el atributo de la misericordia, del amor. Entre el amor y la justicia, entre la misericordia y la ley es que el pueblo judío anda transitando hace miles de años.
Sobre tres reclamos la Argentina se mantiene: la memoria, la verdad y la justicia. Zikaron, Emet y Mishpat los judíos argentinos exigimos.